La particularidad de este proyecto: la instalación se llevó a cabo, al igual que anteriormente en las plantas de Dortmund y Bad Kreuznach, siguiendo el modelo cooperativo de MaGeno-Solar eG, aplicado con éxito en otros proyectos. La cooperativa fundada por empleados en activo y antiguos empleados de KHS financia por completo las instalaciones fotovoltaicas con recursos propios. La empresa las arrienda a largo plazo y utiliza directamente en la producción la electricidad generada. Así, garantiza unos costes energéticos estables, mientras la cooperativa recupera sus inversiones gracias a los pagos del arrendamiento, y puede repartir beneficios entre sus miembros. “Con Worms seguimos aplicando este modelo ya probado de forma coherente”, explica Bernd Molitor, Presidente del Consejo de Administración de MaGeno-Solar eG. “Nuestros miembros demuestran que la transición energética y la implicación de los empleados van a la par. Asumimos responsabilidad: por nuestra empresa, por el clima y por las futuras generaciones”.

La sostenibilidad como objetivo estratégico

Con la nueva instalación, KHS Worms ahorra alrededor de 236 toneladas de CO₂ al año. De este modo, la planta contribuye de forma importante a la estrategia climática del grupo: para 2028, el Grupo KHS quiere reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en todos sus centros de producción en torno a un 36 por ciento. Junto con la empresa matriz Salzgitter AG, el proveedor integral pretende alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050.

La estrecha colaboración con MaGeno-Solar eG demuestra que la sostenibilidad en KHS no es solo un objetivo empresarial, sino una práctica real. Así, el compromiso de MaGeno-Solar eG ha sido reconocido recientemente con el galardón GenoAward de la asociación de cooperativas – Verband der Regionen e.V. El jurado destacó en particular el enfoque comunitario y la función ejemplar de la iniciativa para proyectos empresariales de transición energética.

Worms como centro de competencia con responsabilidad

La planta de Worms se considera dentro de la empresa un centro de competencia para la tecnología de paletizado y cuenta con unos 250 empleados. “La instalación fotovoltaica es un paso más para hacer que nuestra producción sea más sostenible e independiente”, declara el director de la planta Dr. Mohamed Astitouh. “Demostramos que el éxito económico y la protección del clima van de la mano”. Proyectos similares se irán implantando progresivamente en las demás plantas nacionales e internacionales de KHS.

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